Resumen
Nuestro sistema jurídico permite a los individuos acordar normas procesales, según su libre voluntad, con el propósito de reglamentar el o los trámites judiciales en curso o que en el futuro se inicien. Dentro de determinados límites, estos pueden fijar sus propios deberes y obligaciones dentro del proceso. Los acuerdos procesales, ya sean típicos o atípicos, adaptan el proceso según la libre voluntad de los particulares para cada caso en concreto, siempre respetando el grupo de normas imperativas que la limitan, como son el orden público y los estándares del proceso. Aquí se verán los requisitos necesarios para que estos acuerdos sean válidos, los límites a la autonomía de la voluntad y la importante función del juez.
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Derechos de autor 2022 Sebastián Sarde